Etapa 5, Grañón – Hontanas


Una senda que circula cercana a la carretera nos conduce a Belorado y de a partir de aquí el camino se convierte en una senda que circula junto al río Tirón. El camino se aleja de la carretera hacia la izquierda y nos conduce hacia Tosantos. El camino discurre por la parte trasera del pueblo y se deja atrás por pistas entre campos de cereales.

A partir de aquí por pistas entre zonas de cultivo atravesamos varios pueblos pequeños y no muy distantes entre sí en los que lo único destacable es alguna que otra iglesia. Pasamos por Villambistia, Espinosa del Camino y finalmente accedemos a Villafranca Montes de Oca, donde comienza el ascenso al puerto de la Pedraja y nuestra incursión en los Montes de Oca.

Solo salir de la población el camino ya toma una fuerte pendiente junto una valla de cemento y se torna estrecho hasta ensancharse un poco mas arriba pero manteniendo la pendiente que tras suavizarse un poco nos adentra en un bonito bosque de robles y poblado de mucho helechos.

A continuación atravesamos una zona llana y nos dirigimos a un fuerte tobogán en el camino donde podemos ver una curiosa perspectiva de los peregrinos que nos preceden afrontando el duro ascenso mientras nosotros bajamos a toda velocidad, al inicio de la cuesta.

Después de nuestra particular montaña rusa, atravesamos una valla de alambre y pasamos junto a un monumento a los que fueron fusilados en la guerra civil española. Desde aquí volvemos a bajar de golpe hasta un pequeño arroyo con puente donde tenemos que subir una rampa muy dura de unos 100 m. que nos deja en una zona con pistas muy anchas y despejadas, donde unos grandes pinos nos acompañan a ambos lados del camino.

Desde aquí acometemos un divertido descenso hasta San Juan de Ortega.

Salimos de San Juan de Ortega por la carretera que va a Santovenia de Oca, pero enseguida nos desviamos a la derecha por un camino de tierra junto a una cruz de madera, cruzamos una antigua trinchera del ferrocarril y otra gran cruz de madera nos conduce a Agés.

Atravesamos Agés y cogemos una carretera local que tras una larga recta nos presenta en Atapuerca que traspasamos y cogemos un camino a la izquierda que después de una suave pendiente nos conduce a una zona de duras y pedregosas rampas que hacen difícil la ascensión sobre la bicicleta. Es la zona mas dura de la etapa y se indigesta un poco. En el alto accedemos a un páramo despejado donde hay una gran cruz de madera. La zona está llena de vallas que delimitan una zona militar.

A partir de aquí y por un descenso algo pedregoso al principio y que mas tarde en mejor camino entre cultivos atravesamos varias pequeñas poblaciones sin mucho interés ya camino de Burgos. Pasamos por Villalval, Cardeñuela Riopico, Orbaneja Riopico, Villafría y Gamonal que es la antesala de una larga y pesada travesía por la ciudad de Burgos primero por una zona industrial y después por interminables aceras y semáforos que después de unos cuantos kilómetros nos dejan delante de la catedral.

La catedral de Burgos y toda la zona que la rodea nos sorprende con su belleza y su majestuosidad. En los bajos de la catedral podremos sellar la credencial y en la plaza podremos descansar y admirar la fachada de uno de los monumentos góticos mas bellos de la peninsula.

El albergue de Burgos está a la salida de la ciudad en el parque del Parral y junto a el pasamos para dejar atrás la urbe y dirigirnos con nuestra bicicleta a los espacios abiertos y a los grandes campos de cereal. Tras pasar bajo el ferrocarril cogemos un carril bici que después de coger una pequeña carretera nos deja ya en un zona de tierra que atraviesa una amplia chopera que nos conduce a Villalbilla de Burgos. Pasamos bajo un gran viaducto de la autopista y nos dirigimos hacia Tardajos y de aquí a Rabé de las Calzadas. Estamos en una zona de paramos que entre grandes extensiones de cereal nos conduce a través de un paisaje que aunque pueda parecer monótono, si se observa con la suficiente calma nos llena de tranquilidad y nos abruma con su belleza.

En un alto podemos ver una bonita vista de Hornillos del Camino y podemos disfrutar con la divertida bajada que nos conduce al pueblo.

Alejarse de Hornillos por el camino, es ascender a un nuevo páramo con los campos de cereales que nos rodean por todas partes tanto en las mesetas como en los valles. Después de atravesar la meseta y de un nuevo descenso se llega a San Bol, refugio enigmático, que queda separado unos 150 metros del camino.

Seguir el camino es seguir en línea recta, ascendiendo, una vez más, a otro páramo con otra travesía y un nuevo descenso para alcanzar Hontanas, pueblo con un especial encanto que está en una hondonada. Dispone de un buen albergue y cuando se llena los peregrinos y bicigrinos son desviados al antiguo albergue (en las escuelas) que también está muy bien. Hay sitio en un garaje continuo para poder guardar las bicicletas. Para comer serás atendido maravillosamente en el Hostal Fuentestrella, (otro oasis en el camino).


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