Historia Vía de la Plata


Vía de la Plata

La Vía de la Plata es un antiguo camino comercial que atraviesa el oeste de España de norte a sur, partiendo de Mérida hasta Astorga. En la actualidad, la Vía de la Plata es una de las principales vías de comunicación que vertebran el occidente español y, con el nombre de Ruta de la Plata, denominación erróneamente aplicada en ocasiones a la Vía histórica, une las ciudades de Gijón y Sevilla a través de la carretera nacional 630 o, actualmente en proceso de construcción o proyecto en diversos tramos, la autovía / autopista (en algunas de sus partes) A-66 / AP-66.


Origen de la Vía de la Plata

El origen histórico de la Vía de la Plata es incierto. Ya durante el periodo que denominamos Protohistoria, coincidiendo en buena parte con el momento en que conocemos la presencia en el sur peninsular del núcleo cultural de Tartessos, tenemos noticias, confirmadas por diversos hallazgos arqueológicos, de la existencia de contactos comerciales con el oeste hispano a través de una vía comercial denominada entonces Vía del Estaño, ya que por ella circulaba buena parte de este mineral en la Península Ibérica. Con tal denominación seguirá siendo conocida y también frecuentada a lo largo de los siglos siguientes, convirtiéndose, hasta la dominación romana, en una de las principales vías de comunicación de los pueblos ibéricos, junto a la denominada Vía Heraclea (en época romana inicialmente denominada Vía Hercúlea y, más tarde, Vía Augustea), que recorría todo el Levante desde Cádiz, para adentrarse, a través de los pasos pirenáicos, en el continente europeo. Ya en época romana la Vía del Estaño se mantuvo como eje fundamental de las comunicaciones tanto durante la conquista (fue camino de acceso desde la Bética, prontamente conquistada, hacia el Norte, donde se asentaban pueblos indoeuropeos como los galaicosastures,vacceos…, y el oeste) como en época imperial. Diversas fuentes, entre ellas el Itinerario de Antonino, describen el recorrido de la misma, que partía de Emerita Augusta, actual Mérida, capital de la Lusitania, para llegar hasta Asturica Augusta, actual Astorga, capital del Conventus Asturum y una de las principales ciudades, primero de la Tarraconense y, tras la creación de esta, de la Gallaecia. En su camino atravesaba diversos núcleos poblacionales, como Norba Caesarina, actual Cáceres; Salmantica, actual Salamanca, o Brigaecium, actual Benavente. No obstante, y como resulta obvio, ningún camino acaba en vía muerta: pese a que la Vía de la Plata tenía un recorrido concreto, los caminos se prolongaban hacia otros núcleos cercanos; entre ellos destacó Hispalis, hoy Sevilla.

La Vía de la Plata, a pesar de todo lo dicho, nunca fue un camino de circulación de un comercio argenteo. Tal denominación se debe, como en otras ocasiones, a una evolución – confusión fonética. En época musulmana, a esta antigua Vía del Estaño se le denominó Vía empedrada (enlosada) o balata, término árabe cuya pronunciación recordó a los cristianos al preciado metal. De ahí que estos comenzaran a denominarla Vía de la Plata. Asimismo, conforme la conquista cristiana de la Península avanzaba hacia el Sur, la Vía de la Plata, como itinerario básico en la geografía hispana (por la propia configuración de esta) comenzó a servir también como camino de peregrinación hacia Santiago de Compostela, uso que aún se mantiene hoy y continuó siendo vía básica de tránsito a lo largo de la Historia.


La Vía de la Plata hoy

La idoneidad del trazado de la Vía de la Plata es de sobra demostrada hoy. Ello explica que, ya en época contemporánea, el trazado de la carretera N-630, eje principal de comunicación del oeste peninsular, siguiera su recorrido en líneas generales. Así, la denominada Ruta de la Plata, término lingüísticamente inadecuado puesto que el significado etimológico del término implica un itinerario seguido con un propósito (caso del propio Camino de Santiago), pero no el significado real del concepto de Vía como simple camino de tránsito, alarga su itinerario hasta Gijón por el Norte y hasta Sevilla por el Sur y abandona su original trazado para llegar a ciudades hoy de mayor importancia, como León, olvidando la carretera el núcleo de Astorga, antaño de tanta importancia. Asimismo, hoy son varios los tramos convertidos en autovía o autopista de peaje, bajo la denominación de A-66 (o AP-66 en el tramo León-Campomanes), como parte del proyecto de revalorización de este eje.


La Vía de la Plata, itinerario cultural

En la actualidad, la Vía de la Plata también es objeto de revalorización como valor turístico y cultural y la labor de las Administraciones en este sentido se está centrando en poner en valor un itinerario con un gran patrimonio histórico, artístico, etnográfico, cultural y natural; de hecho, buena parte de los núcleos que atraviesa son hoy Patrimonio de la Humanidad (MéridaCáceres o Salamanca). Asimismo, se está potenciando su uso como ruta histórica del Camino de Santiago. Este trabajo se ha concretado en la elaboración de guías e itinerarios, o incluso en la creación de una serie documental (emitida en 2006 por La 2), que, no obstante, han levantado las críticas desde ciudades apartadas de su papel histórico legítimo, como Astorga. Su alcalde ha alzado la voz en diversas ocasiones para criticar que su ciudad está siendo dejada de lado en la puesta en valor de la Vía de la Plata sin tener en cuenta su carácter de punto de partida de la misma, al explicar esta según el trazado de la carretera N-630. En este aspecto se ha visto apoyada la ciudad desde diversas instituciones, como la Universidad de León, cuyo Catedrático de Historia Antigua: Manuel Abilio Rabanal Alonso, se ha mostrado siempre defensor del trazado histórico de la Vía y del papel de Astorga.