Etapa 8, León – Rabanal del Camino


En esta etapa otra vez me acompañó el insoportable viento, sobre todo en el tramo que va de León a Astorga, por lo que una vez más advierto que los datos de velocidad y tiempo pueden variar en otras circunstancias considerablemente.

La salida de León es tan caótica o más como la entrada, para encontrar el Hostal de San Marcos, monumento singular de la capital y del camino de Santiago, tengo que preguntar al menos en tres ocasiones, una vez aquí encontramos el puente del mismo nombre (San Marcos) y tras el algunas avenidas y calles nos hacen abandonar finalmente ésta muy bella pero mal señalizada ciudad.

Nos dirigimos a Trobajo del Camino. Esta localidad más que un pueblo, es hoy un barrio de León, se cruza por una larga avenida. Tenemos que pasar por un paso elevado que salva la vía del tren y nos dirigimos a la iglesia de la virgen de camino desde donde ya podemos salir (por fin) otra vez a los espacios abiertos. Aunque no podemos cantar victoria, ya que un poco más adelante nos encontramos con una zona de obras y otra vez el caos y la desorientación se apoderan de nosotros…, dos zonas diferentes se disputan el camino, y unos tachan las señales y flechas de los otros…, yo finalmente no se si elijo o no tengo mas remedio que coger la variante de Villar de Mazarife, y por lo que pude oír mas tarde me aventuro por una zona mas solitaria y con menos pueblos.

Después de subir a una meseta, llegaremos a una zona de grandes llanos y largas rectas, como he dicho antes cubriendo largas distancias antes de encontrar población alguna.

En la etapa que yo hice, el viento en contra no me dejó disfrutar del paisaje, fue todo un suplicio pasar por esta zona y el avance era muy penoso.

En la foto siguiente se puede observar con claridad la fuerza del viento sobre los árboles en la zona de «Las Matillas» a 4 km. de Villar de Mazarife.

A partir de Villar de Mazarife, el camino entra en unas pistas agrícolas, junto a canales de regadío y huertas que pasando por Villavante nos conduce finalmente a Hospital de Órbigo, donde podemos primero observar y luego atravesar el largo e imponente puente. En este puente el caballero Suero de Quiñones desafió a lanza, a 300 caballeros.

A la salida de Órbigo y después de cruzarlo se nos ofrecen nuevamente dos alternativas en el camino; Seguir por un camino pegado a la carretera o por la derecha hacia Villares de Órbigo. Es más acogedora la variante de la derecha que circula lejos de la carretera y por un par de poblaciones, pero yo recomiendo la variante de la izquierda por ser mas corta y directa.

Ambas variantes confluyen en el crucero de San Toribio, en un alto desde el que podemos divisar unas maravillosas vistas de Astorga, los montes de León al fondo y la cordillera cantábrica a la derecha.

Afrontamos un fuerte descenso hasta San Justo de La Vega y después tras pasar el ferrocarril por un paso a nivel nos acercamos a Astorga a cuya entrada tendremos que superar un fuerte repecho, para entrar a su Plaza Mayor y por unas bellas calles dirigirnos a visitar el palacio Episcopal de Gaudí y la imponente catedral.

A la salida de Astorga, volvemos a encontrarnos con una pista que discurre cercana a la carretera y a la lejanía ya podemos adivinar los montes de León, donde nos espera uno de los hitos mas importantes del camino de Santiago, el alto de la cruz de hierro.

Dejamos atrás los campos de cereales y los páramos y nos adentramos en una zona montañosa que ahora se nos insinúa con un leve ascenso, el siguiente pueblo es Murias de Rechivaldo. Estamos en la comarca de la Maragateria, donde no podemos dejar de probar el famoso cocido maragato.

El camino sigue en línea recta, iniciando un suave ascenso pero constante siempre por una anchas pistas forestales, hasta el cruce de Santa Catalina de Somoza, donde andadero y carretera comarcal casi se confunden.

En línea recta y con la vista puesta en los picos de los montes se llega a Santa Catalina de Somoza y al Ganso, desde donde siempre en ligero ascenso nos dirigimos a Rabanal del Camino, punto final de nuestra etapa, a los pies de la subida de cruz de hierro, que podremos afrontar al día siguiente con fuerzas renovadas.

El mejor albergue de todo el camino, por sus instalaciones y por la simpatía de su propietaria lo encontré aquí. El Albergue de Ntra.Señora del Pilar. Isabel trata a los peregrinos como si fueran de su familia, aquí el peregrino y bicigrino se sienten como en casa. Es un edén.


Earth

Tracks GPS